Éstas que aqui destaco son algunas de las pompas que conforman la espuma de mi bitácora. Es posible que algunas coincidan con las tuyas. Déjate salpicar y enjabonemos el agua de la vida.
jueves, 24 de febrero de 2011
Jorge Guillén - Ya se alargan las tardes, ya se deja...
despacio acompañar el sol postrero
mientras él, desde el cielo de febrero,
retira al río la ciudad refleja
de la corriente, sin cesar pareja
-más todavía tras algún remero-
a mí, que errante junto al agua quiero
sentirme así fugaz sin una queja,
viendo la lentitud con que se pierde
serenando su fin tanta hermosura,
dichosa de valer cuando más arde
-bajo los arreboles- hasta el verde
tenaz de los abetos y se apura
la retirada lenta de la tarde.
martes, 22 de febrero de 2011
El Lago del Cisne Negro o La Búsqueda de la Perfección
jueves, 17 de febrero de 2011
Tiempo y Mundo - Stefan Zweig
Yo creo que al contemplar los cuadros de los grandes maestros, al sentirse conmovido en lo más profundo del alma por un poema o al verse transportado por una sinfonía de Mozart o de Beethoven, todos nos hemos preguntado lo mismo. Todos, creo yo, nos hemos sentido asombrados ante ciertas obras de arte y, gracias a este asombro, nos hemos preguntado cómo era posible que un solo hombre pudiera haber creado semejantes obras. Yo me atrevo a decir que quien ha pasado ante las grandes obras de arte sin formularse esta pregunta, quien no ha reparado en este misterio, nunca comprenderá nada de lo que al arte se refiere. Lo mejor de nuestro corazón y de nuestro espíritu es precisamente esa capacidad de conmoverse, de sentirse profundamente estremecido ante el misterio. Quien de verdad se interese por el arte debe acercarse a las grandes obras maestras contemplándolas desde una doble perspectiva: como misterios que están por encima de su vida perecedera, y como cosas que precisan ser comprendidas. Es decir: deben intentar descifrar lo indescifrable.(Págs.14-16)
miércoles, 9 de febrero de 2011
miércoles, 2 de febrero de 2011
martes, 1 de febrero de 2011
En un café - Carlos Edmundo de Ory
a estar triste más triste que un tintero
Triste no soy o si lo soy no sé
la maldita razón porque no quiero
He vuelto ahora sin saber por qué
a estar triste en las calles de mi raza
He vuelto a estar más triste que un quinqué
más triste que una taza
Estoy sentado ahora en un café
y mi alma late late
de sed de no sé qué
tal vez de chocolate
No quiero esta tristeza medular
que nos da un golpe traidor en una tarde
Pide cerveza y basta de pensar
El cerebro está oscuro cuando arde.