Éstas que aqui destaco son algunas de las pompas que conforman la espuma de mi bitácora. Es posible que algunas coincidan con las tuyas. Déjate salpicar y enjabonemos el agua de la vida.
viernes, 29 de febrero de 2008
Sólo por unos días
Hay movimiento en el aeropuerto. Un extrajero desorientado me pregunta como llegar al área de salidas. Desde el edificio del párking no es fácil; hay que subir hasta la cuarta planta, pasar al edificio de la términal y una vez allí bajar a la planta dos. Veo que no lleva ningún equipaje, tan sólo un sobre mediano en la mano. Nos sigue.
Con la mirada buscamos a T. Para ser una hora tan temprana hay bastante movimiento. Grandes grupos escolares trasladan por un día las aulas al mundo exterior y se enroscan entorno a los profesores impacientes por iniciar el viaje. T. ya está en el mostrador correspondiente. No hay cola y el trámite se solventa rápidamente. Es hora de despedirse, de desearles buen vuelo. Ellos impacientes por decirme adiós. yo pensando ya en su regreso. Me vuelvo a cruzar con el extranjero: llegó a buen puerto. Le sonrío.
Aún es de noche cuando llego a casa, me adormilo y a la hora suena la llamada perdida. Impaciente la llamo. "¿Todo bien?"." Sí, ya estamos en el tren". Cuelgo.
No la podré abrazar... pero sólo por unos días.
jueves, 28 de febrero de 2008
Reencuentro
miércoles, 27 de febrero de 2008
Lo que me traje del Teatro Real
Después del intenso tratamiento de belleza al que involuntariamente me sometí, y tras el reposo obligado hasta que la tensión arterial se reguló, tuve que arreglarme deprisa y corriendo para no llegar tarde al inicio de la función. Eso sí, una vez en la calle, no hubo que correr y anduvimos paseando los escasos cinco minutos que separan el hotel del teatro.
La Gioconda es un drama lírico en cuatro actos no muy popular aunque esconde algún tesoro que sí lo es, como La Danza de las Horas popularizado por Walt Disney en la película Fantasía. Esconde también la famosa ária Suicidio ,capaz de erizar el vello a cualquiera que la oiga y la tremenda aria Cielo e Mar.
martes, 26 de febrero de 2008
Lo que me traje del Prado
Diego Velázquez, Vistas del Jardín de la 'Villa Médicis', 1630.
Francisco Pradilla, Doña Juana la Loca, 1867.
Francisco de Goya, Perro Semihundido, 1819-1823.
lunes, 25 de febrero de 2008
Lo que me traje del Hotel Ópera
Procura estar en el aeropuerto una hora antes de la salida del vuelo para hacer el check-in, medio-desnudarse para pasar muda por el arco del triunfo controlador, volver a vestirse, esperar la llamada de embarque, hormiguear por el finger y emparedarse en el correspondiente asiento -con un poco de fortuna de ventanilla-. Si el vuelo va bien, tilín-tilín, una hora después de despegar estarás en la T-4, rodando por los interminables pasillos en busca del equipaje (no)perdido.
Una vez supearada la fase 1, tomas metro, luego tomas otro metro y, finalmente, tomas el último metro. Das una vuelta a La Plaza de la Ópera mientras buscas la calle llamada Cuesta de Santo Domingo, tiene que estar muy cerca. Al fín llegas al Hotel Ópera. Han pasado más de cuatro horas desde que saliste de tu casa.
Y entonces te desmoronas cuando oyes de boca del recepcionista: "Lo siento señores hay un pequeño inconveniente con la habitación". Para mi regocijo, el problema se solventa con una habitación en el octavo piso con unas vistas espectaculares sobre Madrid. La habitación concedida incorpora una gran terraza con tumbonas y sillas de jardín(lástima que sea febrero), una bañera de hidromasaje en la terraza y primer plano de las alturas del Teatro Real y, un poco más allá, el Palacio de Oriente.
Aún con la agenda tan apretada para tan poquitas horas consigo robar tiempo para estrenarme como jacuzziana. La agujereada bañera está en la terraza protegida por sendas cristaleras en los laterales y el techo. Será fantástico estar en remojo y mirar al cielo. Qué atardecer tan precioso.
Entre una cosa y otra ha pasado casi una hora. Mi cara encendida, alumbra en la noche madrileña. La tensión se ha anti-estresado y se ha ido de paseo. Me tengo que tumbar para no caer redonda al suelo. Pasan diez minutos: no baja el color. ¿Y si me refresco la cara con un poco de agua fría? Una vez, dos veces,... si, parece que va bien. Seamos realistas, media hora después aún sigo igual. Si me hubiera quedado frita en el desierto del Gobi echando la siesta no superaría este escarlata. ¡Ánimo mujer! la noche espera y la Ópera va a empezar.
A mediodía siguiente, mi madre, siempre positiva, me dice: ¡pero que piel más lisa y tersa! ¡resplandeces!
jueves, 21 de febrero de 2008
Kansas - Dust in the Wind
I close my eyes,
only for a moment,
and the moment's gone
All my dreams,
pass before my eyes, a curiosity
Dust in the wind,
all they are is dust in the wind.
Same old song
just a drop of water in an endless sea
All we do,
crumbles to the ground, though we refuse to see
Dust in the wind,
all we are is dust in the wind.
[Now] Don't hang on,
nothing lasts forever but the earth and sky
It slips away,
and all your money won't another minute buy.
Dust in the wind,
all we are is dust in the wind.
Dust in the wind, everything is dust in the wind.
http://es.youtube.com/watch?v=hkbdP7sq0w8&feature=related
miércoles, 20 de febrero de 2008
Gijón en un Costurero
Echo mano del costurero guardado en el mueble, debajo de la tele. Una caja de color pajizo y rojo, de trenzado vegetal y forradita de tela en el interior. Ahora que la miro está llena a rebosar: una cinta de metro de costurera, dos pares de tijeras, un alfiletero, un dedal, una aguja de ganchillo y dos cajas redondas de metal. Una guarda una variopinta colección de botones, la otra unos cuantos carretes de hilos. ¡Ah, si! y también una bolsita de plástico transparente llena de minúsculos carretes de mil colores.
Fueron días de reencuentro con la tierra que me vió nacer, vista con ojos de una joven mujer.
Una vez de regreso, ya en la recién estrenada casa, y deshaciendo las maletas, saqué el costurero. Lo contemplé orgullosa mientras le daba la vuelta. Una minúscula pegatina parpadeaba con luz propia: Made in Taiwan. ¡Hay que joderse!
martes, 19 de febrero de 2008
Wyeth - La Pintura del Realismo Mágico
Otras obras de Andrew Wyeth:
domingo, 17 de febrero de 2008
sábado, 16 de febrero de 2008
La Elegancia del Erizo - Muriel Barbery
jueves, 14 de febrero de 2008
Kubrick, Clarke,Bowie & Schilling---> Major Tom
2001:Una Odisea Espacial de Stanley Kubrick está inspirada en el cuento corto de Arthur C. Clarke titulado El Centinela.
Para escribir el guión de la película Clarke trabajó codo con codo con Kubrick, de tal modo que un cuento dió lugar a no solo una película sino también a una novela 2001 Una odisea del espacio (posteriormente se editaría la continuación: 2010, Odisea 2).
Esta película de culto ha influido sobremanera en el mundo del cine, pero también ha dado lugar a temas musicales reconocidos. David Bowie se inspiró en ella a la hora de componer Major Tom (Space Oddity) y a su vez, Peter Schilling lo hizo en el de David con el tema Major Tom(Error in a system).
Literatura, Cine y Música intimamente entrelazados entorno a un hombre que no volvió de las estrellas.
miércoles, 13 de febrero de 2008
Cristina Peri Rossi
todo es cuestión de distancia
Si te acercas demasiado me excito
me asusto
me obnubilo digo tonterías
me echo a temblar
pero si estás lejos
sufro entristezco
me desvelo
y escribo poemas.
martes, 12 de febrero de 2008
El Cuadro
Mientras conduzco oigo con estupor la noticia del robo en Suiza de cuatro cuadros, de incalculable valor (aunque le pongan precio en millones de euros), de cuatro grandes maestros de la pintura: Champ de coquelicots près de Vétheuil de Claude Monet; Ludovic Lepic et ses filles de Edgar Degas; Branches de marronier en fleurs de Vincent Van Gogh, y L'enfant dans une veste rouge de Paul Cézanne. En ese momento la neurona impresionista impresionada vuela en recuerdo de El Cuadro que ví este verano en el Museo de Orsay.
domingo, 10 de febrero de 2008
La Escafandra y la Mariposa - Jean-Dominique Bauby
sábado, 9 de febrero de 2008
La Alfombra de mi Casa es Particular
Como todo, tiene una historia tras de sí.
Buscaba un azucarero para un regalo y me sometí al consejo de mis acompañantes. "Vamos a ver, quiero un azucarero bueno, bonito y barato". La respuesta unánime, pues floreció en su mente la palabra "barrrato" por encima de las otras dos con luz propia, fue: ¡los Chinos!
Y allí fuimos, a la tienda de chinos en busca del azucarero; eso sí, nos dirigimos a la grande. Había tres tiendas de chinos en un pañuelo. Empezamos a deambular por el local, y como una tropa bien adiestrada, nos separamos por las diferentes calles para que no se nos pasaran los azucareros por alto.
En la segunda mitad de la tienda, ya he dicho que era "la grande", nos reagrupamos instintivamente. Llegabamos a la zona de loza y cristal. Decepcionada ví que los azucareros o eran demasiado prácticos o eran horteras. No era lo que yo buscaba.
Aún así, seguimos curioseando por el resto de la tienda: para una vez que tenía a las abuelas, "conmigo misma" de compras, quise aprovecharme de su compañía.
¡Ah, amigo mío! Entonces vimos las alfombras y recordé que una de mi casa necesitaba recambio. Para qué nos vamos a engañar: me enamoré de la alfombra. ¿Por qué? Porque era la única que había con las casetas de bañistas.
Y es que en el fondo, dentro de un cierto orden, nos gusta lo que se distingue, lo diferente, lo que en cierto modo dice "esta soy yo, me gusta el mar, el verano, el calor, los colores". Y eso, con una alfombra cualquiera no se consigue.
"Mi alfombra de los chinos
es particular,
te da la bienvenida
cuando quieres entrar."
viernes, 8 de febrero de 2008
Doscientos euros el cubierto.
Te saltas las normas, el protocolo.
No interesa nada más que lo que oyes y lo que replicas.
Independientemente de "el dónde", "el cuándo", "el qué", importa jugar con el lenguaje, importa jugar a jugar.
Tal vez se diga algo importante, quizás, no.
Charlas y, al hacerlo, te olvidas de quién eres, de qué representas y, por un breve espacio de tiempo, tu yo se evapora.
Sólo disfrutas. Disfrutas de sentirte bien y, sobretodo, de jugar.
Ese tipo de conversaciones, aunque parezca increible, las he mantenido en muy raras ocasiones.
Me encanta tenerlas.
Asi que ¿doscientos euros el cubierto? : )
miércoles, 6 de febrero de 2008
Nina Simone - Feeling Good
*
El Primer Caso de Montalbano - Andrea Camilleri
El hecho mismo de percibir, de atender, es de orden selectivo: toda atención, toda fijación de nuestra conciencia, comporta una deliberada omisión de lo no interesante.
Eso es cierto -se dijo-, en líneas generales. Pero en su caso particular, es decir, de policía, la selección entre lo que interesa y lo que no interesa no ha de ser contemporánea a la percepción; habría sido un grave error. La percepción de un hecho en una investigación no puede consistir en una elección contextual, tiene que ser absolutamente objetiva. Las elecciones se hacen después, con mucho esfuerzo, y no por percepción, sino por medio de razonamientos, deducciones, comparaciones, exclusiones. Y no está dicho que comporten el mismo riesgo de error, antes al contrario. Sin embargo, porcentualmente, la posibilidad de error es más baja en comparación con una elección debida a una instintiva selección perceptiva. Pero por otra parte y si bien se miraba, ¿en qué consistía aquello que Hammett llamaba "el instinto de caza" sino a la capacidad de una fulmínea selección en el propio acto de la percepción?
Pues entonces ¿qué habría podido escribir y aconsejar un ideal de Manual del perfecto investigador ?¿Acaso la virtud estribaba en la mediocridad, como de costumbre (y se enfureció consigo mismo por la frase hecha que había acudido a su mente)? Es decir, que la elección perceptiva debía tenerse muy en cuenta, pues era lo primero que había que discutir hasta llegar a su negación. (pág.222-223)
domingo, 3 de febrero de 2008
sábado, 2 de febrero de 2008
viernes, 1 de febrero de 2008
Amado Nervo - Yo vengo de un brumoso país lejano
Yo vengo de un brumoso país lejano
regido por un viejo monarca triste...
Mi numen sólo busca lo que es arcano,
mi numen sólo adora lo que no existe;
tú lloras por un sueño que está lejano,
tú aguardas un cariño que ya no existe,
se pierden tus pupilas en el arcano
como dos alas negras, y estás muy triste.
Eres mía: nacimos de un mismo arcano
y vamos, desdeñosos de cuanto existe,
en pos de ese brumoso país lejano,
regido por un viejo monarca triste...