Unos golpes ligeros en los cristales hicieron dirigir la vista a la ventana. Había empezado a nevar otra vez. Medio dormido contempló los copos, plateados y oscuros, cayendo oblicuamente contra los faroles. Había llegado la hora de ponerse en camino hacia el oeste. Sí, los periódicos tenían razon: La nieve se extendía por toda Irlanda. Estaba cayendo por todas partes en la oscura llanura central, sobre las colinas sin árboles, cayendo suavemente sobre el pantano cenagoso de Allen y más hacia el oeste, cayendo para unirse a las olas de las sombrías y rebeldes aguas del río Shannon. Caía también sobre el desolado cementerio de la colina, donde estaba enterrado Michael Furey. Se posaba, espesa, sobre las cruces y lápidas torcidas, sobre los barrotes de la verja, sobre los yermos espinos. Su alma se fue desvaneciendo poco a poco mientras oía el ruido de la nieve cayendo levemente sobre el universo y cayendo levemente también, como el descenso de su final postrero, sobre los vivos y los muertos.
Éstas que aqui destaco son algunas de las pompas que conforman la espuma de mi bitácora. Es posible que algunas coincidan con las tuyas. Déjate salpicar y enjabonemos el agua de la vida.
martes, 16 de mayo de 2006
Los Muertos - Joyce
Unos golpes ligeros en los cristales hicieron dirigir la vista a la ventana. Había empezado a nevar otra vez. Medio dormido contempló los copos, plateados y oscuros, cayendo oblicuamente contra los faroles. Había llegado la hora de ponerse en camino hacia el oeste. Sí, los periódicos tenían razon: La nieve se extendía por toda Irlanda. Estaba cayendo por todas partes en la oscura llanura central, sobre las colinas sin árboles, cayendo suavemente sobre el pantano cenagoso de Allen y más hacia el oeste, cayendo para unirse a las olas de las sombrías y rebeldes aguas del río Shannon. Caía también sobre el desolado cementerio de la colina, donde estaba enterrado Michael Furey. Se posaba, espesa, sobre las cruces y lápidas torcidas, sobre los barrotes de la verja, sobre los yermos espinos. Su alma se fue desvaneciendo poco a poco mientras oía el ruido de la nieve cayendo levemente sobre el universo y cayendo levemente también, como el descenso de su final postrero, sobre los vivos y los muertos.
miércoles, 10 de mayo de 2006
La Piel Fría - Albert Sánchez Pinyol
** Pero el paisaje que un hombre ve, de ojos para afuera, suele ser el reflejo de lo que esconde, de ojos para adentro.
** He aqui la debilidad humana que consiste en concebir una esperanza y anunciarla hasta el infinito,de tal manera que la misma reiteración hace que el deseo la confunda con la realidad.
** Nunca estamos infinitamente lejos de aquellos a los que odiamos.Por esa misma razón, entonces, podríamos creer que nunca estaremos absolutamente cerca de aquellos a quienes amamos.
** Pero quien no está dispuesto a modificar el prisma de sus ojos cuando la vida y el futuro dependen de la mirada que se dedique al enemigo.
** ¿Qué son nuestros sentimientos? Notícias que nos hablan de nosotros.