miércoles, 11 de mayo de 2011

The Remains of the Day- Kazuo Ishiguro

Es cierto que la noche en que miss Kenton entró allí no estaba ocupado en ningún asunto de trabajo. Fue de hecho durante una semana tranquila, al final del día, mientras disfrutaba de unas de mis pocas horas de ocio. Como he dicho, no estoy seguro de que Miss Kenton entrara con el jarrón de flores, pero sí recuerdo que me dijo: 
- Mister Stevens, de noche esta despensa parece aún más incómoda que de día. Tiene usted una bombilla muy lúgugre, sobre todo para estar leyendo.
-La luz es perfecta, miss Kenton.
-Se lo digo en serio. Este cuarto parece una celda. Sólo falta un catre ahí, en esa esquina para que uno se imagine a un condenado en sus últimas horas de vida.
Ahora no sé si yo, a mi vez, repliqué algo. En cualquier caso, no aparté la mirada de mi libro y esperé a ver si miss Kenton se disculpaba y se marchaba. Pero entonces la oí decir:
-Me pregunto que estará usted leyendo.
-No es más que un libro, miss Kenton.
-Eso ya lo veo. Lo que me intriga es qué libro.
Levanté la mirada cuando vi que miss Kenton se me acercaba. Cerré el libro y, apretándolo contra el pecho, me levanté.
-Miss Kenton -dije-, le ruego que respete mis momentos de intimidad.
-Pero...¿por qué le da tanta vergüenza enseñarme el libro? Empiezo a sospechar que se trata de un libro algo picante.
-Miss Kenton, me sorprende que sea capaz de pensar que en las estanterías de mi señor pueda haber libros 'picantes', como usted dice.
-He oído decir que muchos libros de autores eruditos contienen pasajes de lo más picantes. Claro que yo, personalmente, nunca he tenido el valor de comprobarlo. Pero permítame, por favor, que vea lo qué está leyendo.
-Miss Kenton, le ruego que me deje tranquilo. Es increible que insista en acosarme de este modo durante los pocos ratos libres de que dispongo.
Miss Kenton, sin embargo, siguió acercándose, y debo reconocer que me costaba decidir cuál podía ser el mejor modo de proceder. Por un momento tuve la tentación de meter el libro en el cajón de mi escritorio y cerrarlo rápidamente con llave, pero me pareció que podía resultar absurdo y un tanto teatral. Retrocedí entonces unos pasos con el libro todavía pegado al pecho.(Págs.172-173)




P.S.: La traducción del título al español me parece horrosa por eso, a pesar de haberlo leído en este idioma, he optado por mantener el título original de la novela.

Leonid Afremov (1955) - Downpour

Óleo sobre lienzo (paleta), Neoimpresionismo

martes, 26 de abril de 2011

El Corazón Helado - Almudena Grandes

   -Toma -saqué el paquete de la bolsa y lo puse encima de la mesa.
   -¿Para mí? -lo miró, lo cogió, lo volvió a mirar, se lo llevó al oído, lo agitó para ver si sonaba, y me miró con los ojos brillantes-. ¿Qué es, un regalo?
   -Sí, y no sólo eso... Es lo mismo que tú, casi una metáfora, un símbolo que te define.
   Frunció las cejas para mirarme, deshizo el envoltorio con cuidado y levantó en el aire una caja de cartón cuyo aspecto la había decepcionado.
   -¿Esto soy yo? -me preguntó-. ¿Un juego de mesa?
   -No es un juego de mesa -le expliqué, quitándole la caja de entre las manos-. No me seas economista, Raquel...
   Desembalé el contenido de la caja y puse sobre la mesa la base, redonda, de plástico negro, con dos ranuras en las que introduje otras dos piezas laterales, transparentes, como paredes de metracilato con un orificio abierto en la parte superior, antes de sacar el elemento principal. El péndulo exterior estaba atravesado en sentido vertical por una pieza ovalada, de metal, que contenía el péndulo interior, un vástago con dos bolas de plástico, una negra y otra roja, que giraban libremente. Unas barritas horizontales, rematadas con una bola, sobresalían a ambos lados del óvalo metálico un par de centímetros por debajo de su centro de gravedad. Las encajé en los orificios de las piezas de metacrilato, que entonces revelaron su función de soporte, y el doble péndulo se sostuvo en el aire. Raquel lo miraba con curiosidad.
   Aquí, en este aparato que tú has calificado con tanta ligereza como un juego de mesa, hay dos péndulos, ¿los ves? -se los señalé manteniéndolos sujetos con la mano, para no revelar su condición antes de tiempo-. El exterior es un péndulo común, que gira adelante y atrás, adelante y atrás, adelante y atrás, siempre igual, sin cambiar jamás. El interior, en cambio, es un péndulo caótico, igual que tú -activé el primer péndulo y esperé unos segundos, hasta que la enloquecida naturaleza del segundo se hizo evidente, para que el entusiasmo volviera a incendiar los ojos de Raquel con una luz candorosa e inocente, casi infantil-. Es imposible adivinar la dirección en la que va a oscilar en cada momento, lo estás viendo, ¿no? Se acelera, se desacelera. se queda quieto, reemprende el movimiento, gira sobre sí mismo, primero deprisa, luego despacio, invierte la dirección, parece dudar, arrepentirse, decidirse, burlarse de nosotros... Es impredecible, incontrolable. indescifrable, fascinante, porque nunca es igual, astuto porque obedece a un imán, misterioso, porque nunca lo habrías adivinado si yo no te lo acabara de decir, divertido, brillante, insólito. irresistible, en fin... Es igual que tú.
   Detuvo el péndulo con sus dedos para volver a ponerlo en marcha inmediatamente después, y sonrió. Luego miró al fondo de mis ojos desde un lugar que estaba más allá del fondo de los suyos.
   -¿Yo soy todas esas cosas?
   -Y más -contesté, enganchado a aquella mirada-. Se me ha olvidado decir que provoca una adición insaciable. Como el mar. Como el fuego. Es imposible cansarse de mirarlo.
[...]
   -Esto es una locura... -murmuró entonces, antes de coger la carta y devolver su voz al volumen normal-. ¿Quieres que compartamos algo?
   -Sí -hice una pausa y esperé a que me interrogara con los ojos-. Una locura. (Págs. 328-329)

viernes, 22 de abril de 2011

Antonio Machado (1875-1939) - He andado muchos caminos

He andado muchos caminos
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares
y atracado en cien riberas.

En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra.

Y pedantones al paño
que miran, callan y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.

Mala gente que camina
y va apestando la tierra...

Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.

Nunca, si llegan a un sitio
preguntan a donde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja.

Y no conocen la prisa
ni aún en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino,
donde no hay vino, agua fresca.

Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y un día como tantos,
descansan bajo la tierra.

Gymnopedie: Satie y Café del Mar

jueves, 14 de abril de 2011

La Haute Cuisine et le plaisir de vivre

   Hay veces en que las cosas salen aún mejor de lo previsto. Esas veces te hacen sentir aún más viva y te sientes reconciliada con la vida, el mundo y el tiempo.
   El cielo es más azul, los pinos más verdes, la atmósfera más limpia y tu amiga más amiga. El futuro se predice como el actual presente: sorprendente y perfecto.
   Mi amistad con J. se remonta a hace veintitrés años, el año en que coincidimos en nuestro destino laboral. Desde entonces, aunque no hemos vuelto a coincidir en el trabajo, sí hemos seguido cultivando una estrecha relación; salpicada ,eso sí, por períodos de ausencias, que no de olvidos. Hace ya bastantes años, y visto que nuestras vidas corrían paralelas, que no pegadas, tomamos la decisión en firme, de comer juntas al menos tres veces al año. Sin desdeñar otros posibles encuentros que pudieran 'surgir'. La comunicación telefónica y la confianza que nos tenemos, daba lo bastante de sí, como para irnos manteniendo al corriente de los avatares de nuestras vidas: nuestras familias y nuestro trabajo.
   Siguiendo la tradición un día la llamé y quedamos para comer un viernes. Ese día ella terminaba pronto y yo la recogería al salir de una revisión médica que tenía pendiente.
   Unas horas después a esa llamada quiso la casualidad que me dedicara distraídamente a hojear los folletos que inundan el buzón de casa. Entre ellos, había uno que hablaba de la muestra de cocina que el municipio suele organizar cada año por estas fechas. Por motivos que no vienen a cuento me interesó, y me dediqué a comprobar, que la iniciativa a lo largo de estos años, ha cuajado; y que además de calar ha proliferado.
   En esos pensamientos andaba yo, cuando me fijé en las fechas y las zonas correspondientes; pues mi municipio es uno de los más grandes de la isla e incluye unas cuantas. 'La mostra de cuines' se extendía a lo largo del mes de Abril, en concreto los viernes. Ahí mi cerebro hizo 'tilín' y pensó ¿viernes? ¿Abril? ¿comer? Miré con atención y ¡oh, albricias! el viernes en que había quedado para comer con J. coincidía con el que correspondía a mi zona. Miro los restaurantes que se unen a la muestra, miro los tenedores, miro los precios... Dos y tres tenedores, diez y quince euros respectivamente. Conclusión: ¡hay que aprovechar!
   El día de marras, metí el folleto en el coche, con la intención de proponérselo a J. y convencerla. A partir de ahí todo vino rodado, no hubo que convencerla de nada porque le pareció estupendo, no sólo la iniciativa de ir a la Mostra, sino al lugar concreto que yo había pensado. Un restaurante que se encuentra en el interior de un hotelito de cuatro estrellas, al lado de casa, y por el que sentía yo, desde hace años, una curiosidad muy curiosa por conocer. Dícen que la ocasión la pintan calva -no sé por qué- así que bueno, me adentré en tan buena compañía con mi flamante coche por las barreras que siempre había visto desde fuera, por el empedrado que conducía al centro neurálgico del 'Resort'- pues esa es la denominación que le dan-. Aparqué mi coche, y allá que nos fuimos las dos, campeonas del mundo mundial, dispuestas a comernos un menú de lujo, en un entorno de lujo, por un precio envidiable.
¿El restaurante, por favor?
Sigan hacia el fondo y las primeras puertas a la derecha.
Entramos y esperamos a que acuda alguien. Se acerca una camarera.
Hola, somos dos.
¿Tenían mesa reservada?
No.
Esperen, por favor.
Consulta con alguien y vuelve en breves momentos.
Síganme... Pueden escoger mesa.
   Nos ha llevado hasta una terracita, donde varias mesas estan ya ocupadas. El sol cae de lleno, pero los parasoles se ocupan de hacerle frente. Escogemos una mesa en una esquina, alejada de los demás comensales, con vistas inmejorables a los impecables jardines y piscina. La comida apunta maneras.
    Se nos debe ver cara de menú, porque en ningún momento la camarera que nos va a servir nos ofrece la carta. No importa, porque esa es la verdad: venimos por el menú. Aún asi el trato por su parte es más que atento y cordial.
   En las siguientes dos horas nos dedicamos a parlotear por los codos, a reír y comer. Sabiéndonos privilegiadas de estar juntas aquí y ahora. Y con el móvil hago fotos, muchas fotos. Tambien la camarera, a mi petición, nos hace un par de ellas; tomándose su tiempo y cambiándo el ángulo del enfoque. Es momento de aprovechar la vida, de sorberla; las tres lo sabemos. Ahora estamos aqui, mañana no. Tal vez en un futuro, no próximo desde luego, el sol, el verdor, el sosiego, el menú y el lugar vuelvan a conjugarse con nostras. Tal vez.
   Mientras perezosamente se desliza el tiempo vamos poniéndole fin a la comida con un café. Concretamos proyectos conjuntos: una escapada a Madrid. 'Los Miserables', 'El Prado', su hijo, la mía, habitación doble, Mercado de San Miguel, palabras que van trasformando deseos y sueños en verbos, mientras ponemos el colofón a un yantar celestial.

P.S.: Primero: Espuma de almendra con cannelloni crujiente de queso de cabra.
        Segundo: Lomo de ternera blanca glaseada con estragón, alcachofas, setas y ñoquis de olivas.
        Postre: Lasaña de chocolate con frutas al ron.
        Bebida: Copa de vino tinto o blanco y agua.

domingo, 10 de abril de 2011

'Cosecha de 2011'

 Tenéis tres oportunidades para encontrar el pajarito.

Estas fotografías narran la historia de como el pajarillo recien salido del nido se decidió a explorar el mundo.
Un atardecer mientras estaba en el salón me sobresalté al notar un golpe repetitivo en la ventana. No pude evitar sonreir al ver que se trataba de un alevín curioso que picoteaba el cristal. La cosa no hubiera pasado de ahí de no ser porque durante ¡20 minutos! se dedicó a hacer lo mismo, una y otra vez: volaba desde una jardinera que hay a un metro picote-aleteaba en el cristal de la ventana y volvía a la jardinera. Al día siguiente la historia se repitió, pero esta vez, también se atrevía con las cristaleras correderas que dan al porche. Volaba desde el respaldo de una silla hasta el cristal, de nuevo, una y otra vez. Así ha sido durante unos días, cuatro o cinco. El día que tomé las fotos que he colgado arriba, estaba cocinando cuando me sentí de nuevo 'acompañada', picoteaba los cristales de la cocina y, aunque encontró especial placer en hacerlo con las puertas del salón volando infinidad de veces entre las sillas y el cristal, no dejó de hacerlo en todas las puertas y ventanas de esa planta. ¿Aprendía a volar? ¿Aprendía a sostenerse quieto en pleno vuelo? ¿Aprendía a reconocer la barrera del cristal que como un espejo reflejaba la naturaleza que le rodea? Ya hace un par de días que no viene, pero al oír el trino de los pájaros mientras escribo, doy por hecho que entre ellos está él ,que ya preparado se maneja más libre en su mundo y entre sus iguales.

***
PAJARITO

Pajarito caído del nido
a un patio adornado
con retazos del pasado…

Fuente de piedra
arriates jocosos,
columnas inhiestas,
paredes de hiedras..

Miguitas de pan,
agua de rocío,
piar de madre,
pasan los ángeles,
llamadas desde el cielo...

Un canalón que compartir,
con la boca a ras de suelo
refugio de telas zurcidas,
con hilos de esperanza,
arropan temores,
en la distancia…

Pasos que entran y salen
figuras que traspasan,
a este lado de la estancia..
y calidez traen..en el semblante.

Charquitos en el suelo
de la lluvia que arremete,
a la intemperie…
de todas las criaturas,
que en Primavera crecen..

Agua que corre libre
por el grifo abierto
flores que nacen
colores en realce,
alegría en mi vida..
¡por fin vuelo!

Saltitos de cachorro
alitas de terciopelo
piquito de oro,..
besos de caramelo..

A las cristaleras
miro de reojo..
reflejo de dioses,
adornando los cielos..

Envidia de los que cruzan
camino de los llanos,
remozados de los verdes…
a Gea entregados..

-¿Madre cuando iremos
más allá de este mundo?
-Cuando los Soles anuncien….
que ya no tienes dueño…
cuando tu alma al fin…
levante el vuelo…

Galatea Santos
Enero de 2011


jueves, 31 de marzo de 2011

Abril Rojo - Santiago Roncagliolo

   -Vivimos la experiencia de la muerte en otros, pero no la asumimos en nosotros. Queremos vivir para siempre. Por eso guardamos los cuerpos para la resurrección. Enterrarlos es guardarlos. Etimológicamente, 'camposanto' o 'cementerio' no son palabras que se refieran a la muerte, sino al descanso, el reposo hasta que el cuerpo se reencuentre con el alma. Es hermoso, ¿no?
  El fiscal sí entendió esas palabras, pero no entendió qué tenían de hermosas.
   -Sí, muy bonito.
   El padre se detuvo un segundo a bendecir a uno de los comensales, un hombre sin piernas que se acercaba a él impulsándose con los puños. Le encajó la bendición en la frente y el otro volvió a su mesa satisfecho. Quiroz siguió hablando:
   -Algunas culturas precolombinas enterraban a su muertos con todos los utensilios, para que pudieses usarlos en su vida ulterior. Aquí mismo, a treinta kilómetros de lo que ahora es Ayacucho, los wari enterraban a la gente importante hasta con los esclavos. Sólo que los esclavos eran enterrados vivos. Eran una cultura guerrera.
   Les trajeron dos vasos de leche caliente. Les habían puesto canela, como en una versión sin alcohol del ponche. El fiscal no quiso preguntar si había mate. Mientras sentía el primer trago reanimando su cuerpo, el fistacl distrital adjunto recordó el significado de la palabra Ayacucho: 'Rincón de muertos'. Por un momento, pensó en su ciudad como un gran sepulcro de esclavos enterrados vivos. La tumba que él mismo había escogido y decorado, con los viejos recuerdos de su madre. Quiso cambiar de tema:
   -¿Y la sangre? El cuerpo de J. fue encontrado sin sangre. ¿Tiene algún sentido eso?
   El sacerdote se encogió de hombros.
   -Puestos a buscárselo, todas las cosas tienen un sentido trascendental. Todo es una expresión de la misteriosa voluntad del Señor. Lo de la sangre quizá tenga un significado más bien pagano. Podría ser la sangre del sacrificio. En muchas religiones, los sacrificios de animales tienen el fin de ofrecer a los muertos la sangre necesaria para conservar la vida que se les atribuye. Vaciar la sangre de alguien es vaciar el cuerpo de vida para ofrecerle toda esa vida a un alma distinta.
   El fiscal quiso beber un trago de leche antes de reponder, pero el punto de canela le pareció una mancha de sangre. Sin saber por qué, recordó las palabras: 'No comeréis la sangre de ninguna carne, pues la vida de toda carne es su sangre, y todo el que coma sangre, será eliminado'. Las dijo en voz alta. El padre acotó:
   -Levítico, 17, 10-14. Lo veo muy al día en su lección de Biblia.
   -No sé dónde lo oí. Supongo que lo recuerdo de alguna misa a la que fui de chico. Solía ir con mi madre. ¿Y los siete puñales en el pecho de la Virgen Dolorosa? ¿Qué representan?
   -Siete puñales de plata por los siete dolores que la pasión de Cristo produce en su madre. ¿Está usted investigando un caso, señor fiscal, o quiere hacer la primera comunión?
   -Es que las dos muertes parecen tener algo que ver con la Semana Santa: Miércoles de Ceniza, Viernes de Dolores... es... demasiada casualidad, ¿no?
   -No. Las festividades se superponen. El carnaval es originalmente una celebración pagana, la fiesta de la cosecha. Y en la Semana Santa también resuenan ecos de la cultura andina anterior a los españoles. Es porque no tiene una fecha fija, como la Navidad, sino que depende de las estaciones. Como le dije la vez anterior, los indios son insondables. Por fuera, cumplen los ritos que la religión les exige. Por dentro, sólo Dios sabe qué piensan.
   El fiscal observó a todos los mendigos que se acumulaban en las bancas del comedor, presididos por una imagen de Cristo ensangrentado, con la corona de espinas. Un mendigo más se acercó a pedir la bendición que el sacerdote le concedió. El fiscal comentó:
   -A mí me parecen muy dovotos, padre Quiroz.
   -Honestamente, no creo que todos los campesinos que han venido a Ayacucho por Semana Santa sepan exactamente qué significa lo que hacen. Y eso que ésta es la Semana Santa con más tradición en el mundo. ¿Sabía usted eso? Ésta y la de Sevilla. Ayacucho guarda el recuerdo del cristianismo más antiguo. El Viernes de Dolores, por ejemplo, ya no se celebra en la mayor parte del mundo.
   El fiscal se preguntó en qué provincia del país estaría Sevilla. Se prometió revisarlo en el mapa político nacional cuando tuviese tiempo. Siguió preguntando:
   -¿Y entonces qué significado le atribuyen los campesinos a la Semana Santa?
   -Supongo que forma parte de su ciclo, simplemente. Es el mito del eterno retorno. Las cosas pasan una vez y luego vuelven a pasar. El tiempo es cíclico. La tierra muere después de la cosecha y luego vuelve a nacer para la siembra. Sólo disfrazan a la Pachamama con el rostro de Cristo.
   Al fiscal le faltaba un dato. Se sobrepuso a su vergüenza para preguntar:
   -¿Y qué significado le atribuimos nosotros?
   El padre pareció contrariado. Clavó sus ojos en los del fiscal con reprobación, como lo haría con un mal alumno.
   -Iba usted tan bien con sus citas bíblicas... -pero luego sonrió con las comisuras-. La muerte, señor fiscal. Celebramos la muerte de Cristo y la representamos para morir con él.
   -Oh, comprendo eso, pero... quiero decir... ¿Por qué celebramos la muerte? ¿No es un poco extraño?
   -La celebramos porque no creemos en ella en realidad, porque la consideramos la transición hacia la vida eterna, una vida más real. Si no morimos, señor fiscal, no podemos resucitar. (Págs.172 -175)

sábado, 26 de marzo de 2011

Madrazo ( 1815- 1894) - Amalia de Llano y Dotres, Condesa de Vilches

(1853) Óleo sobre lienzo, Romanticismo

Vicente Aleixandre - Mar del paraíso

Heme aquí frente a ti, mar, todavía...
Con el polvo de la tierra en mis hombros,
impregnado todavía del efímero deseo apagado del hombre,
heme aquí, luz eterna,
vasto mar sin cansancio,
última expresión de un amor que no acaba,
rosa del mundo ardiente.
Eras tú, cuando niño,
la sandalia fresquísima para mi pie desnudo.
Un albo crecimiento de espumas por mi pierna
me engañara en aquella remota infancia de delicias.
Un sol, una promesa
de dicha, una felicidad humana, una cándida correlación de luz
con mis ojos nativos, de ti, mar, de ti, cielo,
imperaba generosa sobre mi frente deslumbrada
y extendía sobre mis ojos su inmaterial palma alcanzable,
abanico de amor o resplandor continuo
que imitaba unos labios para mi piel sin nubes.
Lejos el rumor pedregoso de los caminos oscuros
donde hombres ignoraban tu fulgor aún virgíneo.
Niño grácil, para mí la sombra de la nube en la playa
no era el torvo presentimiento de mi vida en su polvo,
no era el contorno bien preciso donde la sangre un día
acabaría coagulada, sin destello y sin numen.
Más bien, con mi dedo pequeño, mientras la nube detenía su paso,
yo tracé sobre la fina arena dorada su perfil estremecido,
y apliqué mi mejilla sobre su tierna luz transitoria,
mientras mis labios decían los primeros nombres amorosos:
cielo, arena, mar...
El lejano crujir de los aceros, el eco al fondo de los bosques partidos por los hombres,
era allí para mí un monte oscuro, pero también hermoso.
Y mis oídos confundían el contacto heridor del labio crudo
del hacha en las encinas
con un beso implacable, cierto de amor, en ramas.
La presencia de peces por las orillas, su plata núbil,
el oro no manchado por los dedos de nadie,
la resbalosa escama de la luz, era un brillo en los míos.
No apresé nunca esa forma huidiza de un pez en su hermosura,
la esplendente libertad de los seres,
ni amenacé una vida, porque amé mucho: amaba
sin conocer el amor; sólo vivía...
Las barcas que a   lo   lejos
confundían sus velas con las crujientes alas
de las gaviotas 0 dejaban espuma como suspiros leves,
hallaban en mi pecho confiado un envío,
un grito, un nombre de amor, un deseo para mis labios húmedos,
y si las vi pasar, mis manos menudas se alzaron
y gimieron de dicha a su secreta presencia,
ante el azul telón que mis ojos adivinaron,
viaje hacia un mundo prometido, entrevisto,
al que mi destino me convocaba con muy dulce certeza.
Por mis labios de niño cantó la tierra; el mar
cantaba dulcemente azotado por mis manos inocentes.
La luz, tenuemente mordida por mis dientes blanquísimos,
cantó; cantó la sangre de la aurora en mi lengua.
Tiernamente en mi boca, la luz del mundo me iluminaba por dentro.
Toda la asunción de la vida embriagó mis sentidos.
Y los rumorosos bosques me desearon entre sus verdes frondas,
porque la luz rosada era en mi cuerpo dicha.
Por eso hoy, mar,
con el polvo de la tierra en mis hombros,
impregnado todavía del efímero deseo apagado del hombre,
heme aquí, luz eterna,
vasto mar sin cansancio,
rosa del mundo ardiente.
Heme aquí frente a ti, mar, todavía...

viernes, 25 de marzo de 2011

El Paraíso era una canción - Fernando Riquelme

   Anna vivía ajena a lo extraordinario. Su día a día la ocupaba por completo y no parecía caber en su vida nada más. Por eso fue una sorpresa. Se sobrevive gracias a las pequeñas cosas pero sólo se vive a través de las pasiones. Esa era en realidad la tristeza de Anna, tener la sensación de sólo sobrevivir. Necesitaba la ilusión y las emociones. Lo extraordinario. La pasión, si te acostumbras a no tenerla, provoca un efecto de adormidera que te convence de que no existe, de que no vale la pena. Se te van las ganas de todo y se afianza la visión conformista del sentido común. Y el sentido común es el mayor enemigo de lo extraordinario. (Pág.139)

-Cada uno tiene su propio nivel de necesidades -le dijo Néstor abrazándola-, cada uno está en su propio nivel..., hay que ser comprensivo... Cuando te parece que has llegado a lo más alto, resulta que debes empezar de nuevo.
Margarita se acurrucó en  sus brazos:
-¿Y en qué nivel piensas que estoy yo?
-Creo que estás en el nivel más alto, en el quinto nivel. En el camino hacia la autorrealización, hacia la independencia personal y la autonomía. Es como un tentetieso..., nos empujan por todos lados y siempre debemos caer de pie.
-Reflexionas demasiado sobre las cosas, Néstor, ¿no es mejor permitirse vivir, simplemente?
Néstor Vidal acostumbraba a interrogarse sobre todo, a cuestionar las relaciones entre las personas y su lugar entre ellas. Se imaginaba un mundo ideal con gente  madura y sin prejuicios que aceptara los hechos y solucionara los problemas. ¿Era acaso tan difícil? Las respuestas son la solución a las preguntas. Sin preguntas no hay búsqueda. Y sin búsqueda no hay inquietudes, ni emociones, ni pasiones ni placer:
-La aventura la necesitamos todos, querida. Es nuestra razón de ser... No se puede vivir de espaldas a la vida.
Margarita se sentía feliz junto a Néstor. Tenía otra forma de hablar, de pensar, otra forma muy distinta de ser. Estaba encantada de saber que nunca iban a ser más que amigos:
-¿Y cuáles son esos niveles que dices?
Néstor adivinó que su pregunta era para dejarlo hablar, para dormirse en su hombro. Tenía ganas de dar una conferencia y no le importó que ella se acurrucara:
-El primer nivel, querida, son las necesidades físicas. La alimentación y la salud, las exigencias básicas... Después siguen las necesidades de seguridad y de orden, lo que nos protege del miedo, lo que nos hace sentirnos seguros. El tercer estrato lo componen la pertenencia al grupo, el amor, el afecto y la intimidad sexual... El cuarto son las necesidades de logro, el respeto, la aprobación, el sentirse bien situado en el mundo... Y el quinto nivel son las necesidades de creatividad y de autorrealización, la autonomía, la independencia y la energía creadora... Nuestro nivel de necesidades se puede dibujar con una pirámide, la llamada Pirámide de Maslow. Estar arriba no es garantía de nada, pero estar abajo es un desastre. (Pág.165)

miércoles, 23 de marzo de 2011

Desmadejado en su cama

Desmadejado en su cama
colgada la oreja.
Cruza la pata
pegado a la puerta.

Pausado  respirar
la piel oscila.
Canta ajena la tripa
su terrenal melodía.

Dormidas sobre la nariz,
húmeda y fría,
las brillantes pupilas.
Y
del bigote, la raiz,
puntea en simetría.

Relajada la cola
hacia la boca
apunta.
Duerme mi guardian.
Duerme.
En la mañana adusta.

martes, 22 de marzo de 2011

In the electric mist - La terre tremblante

   Marco Beltrami es el encargado de poner la música a esta película de Bertrand Tavernier. Uno de los frutos más apetecibles de la película es la canción que le pone punto final . La terre tremblante, es un magnífico broche cuya letra y voz corresponden a Dirk Powell.
   Con un reparto de primeros actores, una fotografía sensacional y un director de renombre, la película no consigue todos los frutos que se le podrían presuponer. En la Louisiana actual, devastada aún tras el huracán Katrina, se nos despliega un ramillete de personajes a cual más interesante. Turbios y humanos, poderosos y humildes, todos se ven envueltos en esta trama, dónde el alcohol, el sexo y el poder sólo se ven superados por la depravación y el asesinato. Toda la trama se ve impreganda por la lentitud del lugar. La pesca, con caña y con red, van salpicando el film; una pesca que se va traduciendo paralelamente en la caída de los personajes.
   Cabría preguntarse ¿por qué con todos estos exquisitos elementos la película no cuaja? Creo que se debe a dos motivos; por un lado Tavernier intenta abarcar tantos frentes que por momentos se pierde el hilo principal. Por otro, y según mi opinión más relevante, le falta un mínimo de la tensión argumental que este tipo de películas necesita, llegando a parecer más una película costumbrista que un thriller. Por si fuera poco, hay momentos en que la banda sonora 'chirría', pareciendo que la han metido a presión en ciertas escenas.
   Sin embargo, si me preguntárais ¿te ha gustado verla? Os respondería : ¡Oh, sí! Tommy Lee, está fantástico. John Goodman es un malo-malote al que hay que ver y los ojillos de Peter Saargard no me los pierdo ni por nada. Tarvernier es Tavernier y Beltrami te pone la guinda con un pedazo de canción... Definitivamente: 'Sí, hay que verla'.

Les pêcheurs mettent leurs lignes comme des araignées
Piégeurs, voleurs des âmes
Les attrapes sont mises pour les innocents
Gambleurs, éviteurs des blâmes

Descends
Allons
Descends
Dans l'eau saumâtre

Reviens
C'est rien
Reviens
A la terre tremblante

Les voleurs, ça met leurs appâts sur la ligne
La bouteille, la fierté et l’argent
Ça voit pas qu’ils sont piégés pour toujours
Dedans un fil étranglant

Descends
Allons
Descends
Dans l'eau saumâtre

Reviens
C'est rien
Reviens
A la terre tremblante

lunes, 21 de marzo de 2011

Caspar David Friedrich (1774-1840) - El Caminante sobre un Mar de Nubes

(1818) Óleo sobre tela, Romanticismo

21 de Marzo - Día Mundial de la Poesía

En ti me quedo

De vuelta de una gloria inexistente,
después de haber avanzado un paso hacia ella,
retrocedo a velocidad indecible,
alegre casi como quien dobla la esquina de la
calle donde hay una reyerta,
llorando avergonzado como el adolescente
hijo de viuda sexagenaria y pobre
expulsado de la escuela vespertina en la que era becario.
Estoy aquí,
donde yo siempre estuve,
donde apenas hay sitio para mantenerse erguido.

La soledad es un farol certeramente apedreado:
sobre ella me apoyo.

La esperanza es el quicio de una puerta
de la casa que fue desarraigada
de sus cimientos por los huracanes:
quicio-resquicio por donde entro y salgo
cuando paso del nunca (me quisiste) al todavía (te odio),
del tampoco (me escuchas) al también (yo me callo),
del todo (me hace daño) al nada (me lastima).

No importa, sin embargo.

Los aviones de propulsión a chorro salvan rápidamente
la distancia que separa Tokio de Copenhague,
pero con más rapidez todavía
me desplazo yo a un punto situado a diez centímetros
de mí mismo,
de prisa,
muy de prisa,
en un abrir y cerrar de ojos,
en sólo una diezmilésima de segundo,
lo cual supone una velocidad media de setenta kilómetros a la hora,
que me permite,
si mis cálculos son correctos,
estar en este instante aquí,
después mucho más lejos,
mañana en un lugar sito a casi mil millas,
dentro de una semana en cualquier parte
de la esfera terrestre,
por alejada que os parezca ahora.
Consciente de esa circunstancia,
en muchas ocasiones emprendo largos viajes;
pero apenas me desplazo unos milímetros
hacia los destinos más remotos,
la nostalgia me muerde las entrañas,
y regreso a mi posición primera
alegre y triste a un tiempo
-como dije al principio:
alegre,
porque sé que tú eres mi patria,
amor mío;
y triste,
porque toda patria, para los que la amamos,
- de acuerdo con mi personal experiencia de la patria-
tiene también bastante de presidio.

Así,
en ti me quedo,
paseo largamente tus piernas y tus brazos,
asciendo hasta tu boca, me asomo
al borde de tus ojos,
doy la vuelta a tu cuello,
desciendo por tu espalda,
cambio de ruta para recorrer tus caderas,
vuelvo a empezar de nuevo,
descansando en tu costado,
miro pasar las nubes sobre tus labios rojos,
digo adiós a los pájaros que cruzan por tu frente,
y si cierras los ojos cierro también los míos,
y me duermo a tu sombra como si siempre fuera
verano,
amor,
pensando vagamente
en el mundo inquietante
que se extiende -imposible- detrás de tu sonrisa.
                                                                                     (Ángel González)

sábado, 19 de marzo de 2011

James Ellroy - Loco por Donna

   El tremendo Joe Tierney, ¡aclamad al jefe!
   Me midió en silencio. Me clavó la mirada. Dicha mirada me llegó al tuétano.
   Ocupábamos su oficina. Me senté erguido. Joe Tierney, insidioso irlandés de mierda.
   -La prarafernalia de rino servirá, casi toda -dijo-. La aguja de corbata y la hebilla del cinturón me gustan, pero la corbata estampada de rinos tiene que desaparecer.
   La silla me rozaba el culo. La oficina ofendía. Las fotos me fliparon.
   Joe T. con el Papa polaco, posando como colegas en Cristo. Joe T. con esa mandona de Madre Teresa. Joe T. con Hillary Clinton y su pinta de tortillera marimacho.
   -Gracias, jefe. La próxima vez que vaya de compras al Costco, te llevaré conmigo.
   -Éste ya no es el DPLA del hombre blanco justiciero y de derechas en el que te criaste. -Tierney rió.
   -Sí, di que he tenido suerte.-Reí-. Llegué a cargarme a tres negros asquerosos y a dos espaldas mojadas antes de lo de Rodney King.
   -Eres desenvuelto, Rino, eso tengo que reconocerlo. Y lo bastante listo para saber que ahora el departamento no podría afrontar más mala publicidad. Estamos de litigios civiles hasta el cuello, el Decreto de Consentimiento nos tiene paralizados y nuestros agentes temen hacer detenciones porque todos los golfos de la calle, cuando los pillan, piensan en demandarnos.
   Reí y bostecé. Estaba cansado y derrotado. Me había quedado hasta muy tarde ante la casa de Stephanie.
   -¿Me has llamado por una razón concreta, o sólo para criticar mi guardarropa?
   Tierney enseñó los dientes. Me llegó una bocacanada de aire cargado de alcohol. Un irlandés indigno que le daba al licor con el almuerzo.
   -Bien, vayamos al grano. Tú conociste a Danny Getchell. Le diste droga a cambio de información, lo cual era una práctica común en aquella época. Tu error fue dar droga a un tipo que lo anotaba todo y que llevaba un archivo. Ahora, Danny ha muerto, pero Gary Getchell está vivo y nuestro capitán y colega Lauter no le cae muy bien. Lo ha mencionado una vez en un reportaje de Hush-Hush y tal vez tenga la intención de publicar en el futuro artículos sobre la brigada de Narcóticos, lo cual pondría en un auténtico brete a todo el departamento. Tu trabajo consistirá en disuadirlo.
   Me consumí en silencio. Espera a ver cómo te jode. Tiembla con la amenaza.
   Esperé con ansia. El jefe Joe esparció vapores de martini y me machacó.
   -No quiero abrumarte con acusaciones al departamento por las indiscreciones que puedan salir a la luz a través de Hush-Hush, así que Tom Lodlow y tú le apretáis las tuercas a Gary Getchell y le decís que se olvide del capitán Lauter y del DPLA. Decidle que somos sacrosantos, decidle que nunca utilice sus archivos contra nosotros y dejadle clara la cuestión con un poco de dolor.


   ¡Un trabajo de matón! ¡Joder! ¡Contundente coacción policial!
   Me acerqué a la comisaría de Hollywood. Tom 'el listín' esperaba fuera. Fuimos al club de campo de Bel-Air.
   Tom presagiaba problemas. Agitaba el listín de Westside y pronunciaba obscenidades. Todavía hacía llamadas telefónicas guarras. Todavía 'pillaba ninfómanas' y 'follaba con putas' por ese sistema. Tenía recuerdos muy vívidos de Vietnam. Dichos recuerdos lo roían. Le gustaba la nostalgia nociva y la dramaturgia draconiana. ¡Ah, la juventud! ¡Tiernos tiempos de tortura y vivisecciones de vietcongs!
   Llegamos a Bel-Air. Vi circular coches de policía sin distintivos por Udine Way. Quédate: un ensayo a la luz del día para el psicópata que actúa por la noche. Bonito Bel-Air; un terreno de primera para el merodeador malvado. Vigilancias móviles preparadas para la noche.
   Ahí está el club de campo. Ahí está el aparcamiento del 'caddie'. Quédate con ese Dodge Dart destrozado.
Quédate con ese Cadillac calcificado y con ese Lincoln Continental de cromados centelleantes.
   Hay una furgoneta hecha polvo. Lleva pintadas unas llamas y tiene las ruedas pinchadas. El parabrisas está agrietado y roto. La puerta trasera pende de la bisagra.
   Dentro está Gary Getchell. Hay una máquina de mimeografiar. Está empaquetando objetos. ¿Bragas, por casualidad?
   Aparcamos y nos acercamos. Getchell apilaba bragas y las metía en bolsas de plástico. Quédate con la cojonuda colección de fotos de las paredes: todas Hush-Hush añejo.
Marilyn Monroe: mestizaje mandinguesco. ¡Las delicias morenas de Ava Gardner! ¡La desventura de Johnnie Ray en el lavabo de hombres! ¡Rod Hudson, el galán gay!
   -Pasma, ¿no? -dijo Getchell-. Me parece una complicación innecesaria.
   Tom acarició el listín. Las cubiertas estaban sueltas de tanto uso. La última estaba tiesa y marrón de sangre. (Págs. 109-111)

lunes, 14 de marzo de 2011

La reconversión de la cazuela

Pedro Salinas (1891-1951)- Nadadora de noche, nadadora...


Nadadora de noche, nadadora
entre olas y tinieblas.
Brazos blancos hundiéndose, naciendo,
con un ritmo
regido por designios ignorados,
avanzas
contra la doble resistencia sorda
de oscuridad y mar, de mundo oscuro.
Al naufragar el día,
tú, pasajera
de travesías por abril y mayo,
te quisiste salvar, te estás salvando,
de la resignación, no de la suerte.
Se te rompen las alas, desbravadas,
hecho su asombro espuma,
arrepentidas ya de su milicia,
cuando tú les ofreces, como un pacto,
tu fuerte pecho virgen.
Se te rompen
las densas ondas anchas de la noche
contra ese afán de claridad que buscas,
brazada por brazada, y que levanta
un espumar altísimo en el cielo;
espumas de luceros; sí, de estrellas,
que te salpica el rostro
con un tumulto de constelaciones;
de mundos. Desafía
mares de siglos, siglos de tinieblas,
tu inocencia desnuda.
Y el rítmico ejercicio de tu cuerpo
soporta, empuja, salva
mucho más que tu carne. Así tu triunfo
tu fin será, y al cabo, traspasadas
el mar, la noche, las conformidades,
del otro lado ya del mundo negro,
en la playa del mundo que alborea,
morirás en la aurora que ganaste.

Goya (1747-1828) - La condesa de Chinchón

(1775-77) Óleo sobre lienzo, Neoclasicismo

sábado, 12 de marzo de 2011

Riverside (II), Anno Domini High Definition

1. Hyperactive


It’s just another day of my life
In the high res next gen wonderland
I curse the sun
Getting out of bed
I hope my sell-by date
Didn’t expire yesterday
The torture porn on the red roy disc
A sweet kiss of liquid modernity
We have no time for your mistakes
Dial
Search
Accept
"Here, you have to run as fast as you can to stay in the same place."
You’re too blurry my friend
You’re too slow
You’re too predictable
Too below
This is all I can hear in my mind
When I try to believe
I’ll stand the pace of this run
Breathe in
Breathe out
It’s just another day of my life
Dial
Search
Accept

2.Driven To Destruction

I don’t know where to begin
Feel a cleaving in my mind
I can’t get my act together
Buzz in my head is too loud
I know something’s wrong with me
It’s starting to burn out my soul
But I feel so weird in here
When you just sit, listen and nod
All my life
I’ve been trying to deny and deceive myself
Sense of Insecurity
Restlessness
The turning out
Hatred for my inner chaos
And the color of your couch
I’ve just had this trouble all my life
Of getting out what is inside
Now I run
But cannot hide
No matter how much I do for them
No matter how much I do for myself
No matter which way I look at it
Fulfillment passes me by
Distracted inner self
On the brink of chaos
Lost its way
Impatient inner self
On the brink of chaos
Lost its way
Distracted inner self
I’m tuning out
Impatient inner self
I’m spacing out
Distracted inner self
On the brink of chaos
Lost its way

3.Egoist Hedonist


I. Different?
Once in the middle of the crowd
I stopped
Suddenly I felt so good
Not being on the move
But became an obstruction
In your way
And I was surprised
How fast you could unite
Against me
When you forced me to the ground
And tied my hands
Certain I couldn’t disturb
Anymore
I saw the sadness in your eyes
Your fear
And the most secret desire:
“Escape from here”...
In pursuit of uniqueness
And individuality
We must be unlike anyone else
To survive
But in the mass of different runners
Different lies
We can’t make time to realize
How the same we are
II. Hedonist Party
So let me live without your pain
Just let me live without your pain
Because I want to feel so...
It’s not right
It’s not fair
When I am forced to live your life
It’s not right
It’s not fair
When I am forced to live your life
It’s not right
Just let me live without your pain
Just let me live without your pain
Just let me live without your pain
Just let me live without your pain
Just let me live without
III. Straw Man Dance
Congrats
This time you’re a borderline pass
Here’s your reward
Now smile
After all
You conform to us
Drag on
Forget yourself in the final dance
You already know the steps


4.Left Out


Huddled in the corner
Disillusioned
My lifeless stare is fixed
On your silhouettes
You’re disregarding me
Passing me by
Like I’m not even here
Maybe I’m not
Maybe I’m somewhere else
I used to be one of you
With the same spark in my eyes
And now I don’t belong to this place
It’s a matter of merciless time
I wholly vanish
The candle guttered out
The beauty elapsed
Could’ve been so wonderful
***
One day we could’ve met
And believed
We might live that way
Far away from the din
Envious looks
And chase for the prize
We would have remained ourselves
Without killing our feelings
Slowly
Day by day
One day we could’ve won
Without taking away
Someone else’s pride
We would have become strong
Walking through our life side by side
We could’ve missed another day
Not knowing how to talk
Where to go
We could’ve missed another night
Only... For what?
The dream went away
And you came
With your dark hair loose
Ruthless cold reality
Oh, how I hate your truth
Don’t turn your back this time
Just look at my eyes
I won’t break down
I’m going to fight

5.Hybrid Times


Hybrid Times
Come to me now
I will host you
I’m the alchemist of our times
I know exactly what you need
You’ve climbed so high
You‘ve gone so far
So you deserve something special
Come to me now
I will cure your soul
I’m the savior of our times
I know exactly what it needs
You’ve let yourself go
You’ve felt so down
So my hi-tech salvation is just for you
Obsession
Obsession
Obsession
To be the best
The most beautiful
And above everyone
Not allow oneself to be left behind
Know what is what and what is out
Aim for excellence
And perfection you can only dream about
Before my fame evaporates
I must be at the top
So I control my body
Mental state
Unable to slow down
Before the final dusk appears
I must do more than this
It’s the only way to make it through
In these hyperactive times
It’s my obsession!
Obsession...
Obsession...
Obsession...
Doggedly
At any cost
Obstinately
More and more
Can’t allow myself to stop
The ice broke
I’ll never give up
Again...
Again...
Again...
***
Hi, it has been a while since last time
I was certain I could live without
All those private talks I couldn’t stand
But now
The truth is
You’re the best friend I have...