La hierba de las lágrimas no ha estado siempre en Sukhavati -dijo-. Una vez hace mucho, muchísimo tiempo, llegó la hermosa Lakshmi del país Lokeshvara, al oeste de Sukhavati. Es un país tan luminoso y vivo como el Mundo... Lakshmi trajo con ella dos gemelos, y esos gemelos erais vosotros. Pero ella os perdió en Sukhavati, os habíais perdido en el enorme montón de piedras delante de la montaña Sunyata. Lakshmi buscó sin cesar a Lik y Lak sin encontrarlos. Al final tuvo que dejaros, ya que de lo contrario no hubiera podido regresar jamás a su país. Lloraba desconsoladamente cuando tuvo que marcharse, y una de sus lágrimas cayó en la ladera de la montaña Sunyata. Esa lágrima se convirtió en la Hierba de Lágrimas...
Oliver miró muy serio a los dos niños. Lo que les estaba contando había sucedido hacía tanto tiempo que ellos no podían recordarlo. Permanecían callados, escuchando lo que Oliver les estaba contando...
-Tuvimos que prometer cuidar de los dos niños cuando los encontráramos. Y así hemos hecho desde que caen lágrimas de la Flor de Cristal. Pero las perlas de cristal no sólo hicieron que empezáramos a contar el tiempo, sino que tenían un poder mágico que nos capacitó para crear un día El Gran Cuento.
Los niños de Sukhavati permanecían sentados, mirando al infinito. Así que no habían estado en Sukhavati durante toda la eternidad...
-Pero hay algo más -prosiguió el anciano-. El Mundo no se creó para nada. El Gran Cuento se creó para que vosotros tuvierais un hogar parecido al país del que un día salisteis. He intendo recordar todo lo que la hermosa Lakshmi contó sobre Lokesvara, y recrear aquel país desconocido. De esa forma Lashmi logró, de alguna manera, llevaros a casa a pesar de todo. (Págs.133-134)
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