jueves, 17 de enero de 2008

Frankenstein o El Moderno Prometeo Vs. Blade Runner

"He contemplado ya -me dijo- los lugares más hermosos de nuestro país; conozco los lagos de Lucerna y Uri, en dónde las montañas coronadas por la nieve descienden casi a pico hasta el agua, proyectando sus sombras oscuras e impenetrables, que serían lúgubres si islotes de verdor no alegraran la vista con la frescura de sus tonalidades; he visto como agitan el agua las tempestades cuando el viento huracanado levanta torbellinadas masas líquidas, que dan una remota idea de lo que debe ser un océano desencadenado; he podido ver las olas estrellándose con rabia en los acantilados, justo en el paraje donde el monje y su amante fueron arrebatados por una tromba de agua y donde, según cuentan, pueden oírse todavía sus voces cuando se acalla el rugir del viento; conozco las montañas de Valais y las del país de Vaud; pero estos lugares, Víctor, me seducen mucho más aún que todos ellos."

Estas son las palabras que en boca de Clerval, el amigo íntimo de Víctor, nos encontramos en la novela de M. Shelley.

"Yo... he visto cosas que vosotros no creeríais...atacar naves en llamas más allá de Orión, he visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser."

Estas las oimos en boca del Nexus 6 en la película Blade Runner de Ridley Scott (que yo recuerde en la novela Sueñan los Androides con Ovejas Electricas de P.K. Dick no aparecen).

La similitud de la estructura gramatical en ambas me hizo reflexionar sobre otras muchas coincidencias en ambas obras:

La creación de un ser a imagen y semejanza por el hombre.
El desarraigo de ese ser y el rechazo por los humanos.
El deseo por conocer a su creador, enfrentarse a él, cuestionarle.
La superioridad del ser creado.
La necesidad de encontrarse entre iguales.
El instinto de supervivencia.
El sentimiento de venganza como motor de búsqueda y, a la postre, de vida.
El alma como parte intrínseca al cuerpo.
La relevancia de sentimientos como el amor, la amistad, el reconocimiento social.

2 comentarios:

  1. En un reportaje acerca de la película Blade Runner se comentaba que el parlamento de las “lágrimas en la lluvia” no aparecía en el guión y fue fruto de una improvisación del propio actor, Rutger Hauer. Es decir, pura magia del momento.

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  2. ...Pura magia del momento: Duende. :)

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