Cuenta la leyenda que cuando el rey Jaime I de Mallorca, allá por el 1229, habiendo desembarcado y conquistado esta zona de la isla, tras tomar una cena sencilla consistente en pan de ajo, declaró satisfecho: 'Ja hem ben dinat' -que traducido al castellano quiere decir "ya hemos comido bien"-Sin duda estaba pensando que aquel ágape tan humilde, en tierra recién conquistada, le sabía a gloria bendita. Pues como iba diciendo, de ahí viene el topónimo de Bendinat. Muy posteriormente, ya en el s. XIX, se construyó un castillo que se quedó con el nombre y, que bien conservado, en la actualidad se ve desde la autopista de poniente.
Sea como fuere, hasta hace unos años, había en esta zona costera una amplia área militar. Quien conozca la isla sabe bien que es, urbanísticamente hablando, una perita en dulce, pues se encuentra en uno de los enclaves más cotizados. A raíz de cierta desmilitarización, el lugar se ha convertido, a la par, en tierra de nadie y en tierra de todos. Se da la circunstancia de que los dueños de canes aprovechamos el pequeño bosquecillo abandonado para que nuestras mascotas deambulen, olisqueen y demás '-en' con entera libertad.
Aquí es donde se haya la por mi llamada 'explanada de las lenguas', ya que coincidimos seres con una gran diversidad de ellas: las que puedan usar las diferentes razas caninas y las de sus propietarios. De ahí que se pueda gozar de imágenes tan preciosas como las que he puesto en esta entrada del blog. Son estas mascotas las que, a su vez, promueven la socialización de sus dueños -y no a la inversa-, pues ellas son el motivo de semejante encuentro.
Aqui la lengua española se escucha a su vez con acentos tan dispares como el alemán, el francés, el inglés, el italiano, el latinoamericano, y seguro que algunas más que ahora no recuerdo.
Las tomas pertenecen al fotógrafo J.Gallardo quien muy amablemente las ha compartido con algunos de estos 'lenguados'.
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P.S.: Lenguado: dícese de aquel que se deja sociabilizar -gracias a su mascota- mediante el uso de la lengua en la explanada de dicho nombre.
Me gusta mucho esta entrada, todo lo que dices es bonito, y las fotografías me han emocionado mucho.
ResponderEliminarQuizá de un tiempo a esta parte estoy mas sensible de lo normal, mi perro murio hace quince días nunca imagine que le quisiera tanto. Nunca creí que le echaría tanto de menos. jamás pense que lloraría tanto su pérdida.
Pero es que no puedo evitarlo, me dio mucho, mucho mas de lo que yo le dí a él.
Disculpa el rollo, pero ya sabes que soy un poco tontilla.
Un beso
Muchas gracias Madi. Y de rollo nada, al contrario, agradecida de que siembres en este rincón tus palabras y sentimientos.
ResponderEliminarEspero que ese vacío que te ha dejado tu perro, se vaya alejando en el tiempo y de pie a encontrarte con otro que, seguro, te está esperando.
Por cierto, se me olvidó poner en el texto que Vilma es la perra del fotógrafo. Un abrazo fuerte! :)