domingo, 11 de abril de 2010

La sombra de mi alma - Federico García Lorca

La sombra de mi alma
huye por un ocaso de alfabetos,
niebla de libros
y palabras. 

¡La sombra de mi alma! 

He llegado a la línea donde cesa
la nostalgia,
y la gota de llanto se transforma
alabastro de espíritu. 

¡La sombra de mi alma!

El copo del dolor
se acaba,
pero queda la razón y la sustancia
de mi viejo mediodía de labios,
de mi viejo mediodía
de miradas. 

Un turbio laberinto
de estrellas ahumadas
enreda mi ilusión
casi marchita. 

¡La sombra de mi alma! 

Y una alucinación
me ordeña las miradas.
Veo la palabra amor
desmoronada. 

¡Ruiseñor mío!
¡Ruiseñor!
¿Aún cantas?

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