lunes, 21 de julio de 2014

Oda a la noche - Ángel González

Noche estrellada en aceptable uso,
con pálidos reflejos y opacidad lustrosa,
vieja chistera inútil en los tiempos corren
como escuálidos galgos sobre el mundo,
definitivamente eres un lujo
que ha pasado de moda

Tras la fría superficie de las calles de luna,
al alconfor del sueño conserva en el armario
de la ciudad oscura a los que duermen
y no te verán nunca.

Yo, sin embargo, te llevo en la cabeza,
vieja noche de copa,
y cuando vuelvo a casa sorteando
imprevisibles gatos y farolas,
te levanto en un gesto final ceremonioso
dedicado a tus brillos y a mi sombra,
y te dejo colgada allá en lo alto
-¡hasta mañana, noche!-,
negra, deshabitada, misteriosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario