Camino
con sentido de equilibrio.
Del destino ¿soy señora?
guardándolo de la borda.
Mira de otra manera,
alegra el alma: cansada, quieta.
Si tienes lo que quieres
¿por qué no lo quieres tener?
Del hastío de tu suerte
¿saltas a cuestionarte ser?
Las sombras del claroscuro
sobrevuelan tu diario
¿Cómo harás para sacudir
su peso de dinosaurio?
He aqui la grandeza,
de las almas: cansadas, quietas;
pues ¿sin querer se acompañan?
en el día a día y
¡navegan!
Mira de otra manera,
pues a poco que pueda,
el filo de tu borda,
desaparecer
haré.
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