domingo, 15 de octubre de 2006

Marea Baja














Y el tiempo, implacable, llegó
repicando otra hora,
asistiendo impotente al devenir
(del cambio previsible, no soñado)
Quise removerme, rebelarme
planée una estrategia:
horadaría mi vientre, ensancharía mi ombligo
( en un cuenco de nácar te retendría conmigo)
Tú el mar que va y viene
yo la orilla que detiene
aqui nos tienes:

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