jueves, 31 de mayo de 2007

Al Norte la montaña, al Sur el lago, al Oeste el camino, al Este el río - László krasznahorkai

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...Vientos diurnos y vientos nocturnos, vientos matutinos y vientos vespertinos, los que traían la nieve y los que traían el calor, los que llegaban con la primavera y los que llegaban con el otoño, los suaves y juguetones y los peligrosos y devastadores, miles y miles de millones repartidos en las doce provincias de la escala de Beaufort, y hasta podría haberse puesto uno a enumerarlos y sistematizarlos, pues había vientos dominantes y había ráfagas que se levantaban de repente, había vientos turbulentos y vientos moderados, había geostróficos y ciclónicos y anticiclónicos, y así transcurrieron en estos últimos mil años, yendo y viniendo por las doce provincias Beaufort, siguiéndose y persiguiéndose los unos a los otros, pues venían los alisios y los contralisios, venían los próximos al suelo y los de las alturas, venían las corrientes en chorro allá a distancias inalcanzables, mientras abajo soplaban los vientos marinos temidos o esperados, y vientos había también en tierra firme y en las cavernas, en los cauces de los ríos y en los jardines otoñales, por doquier en las más diversas variedades y direcciones y magnitudes, pero lo cierto es que, aun siendo innumerables e inclasificables, lo único que ocurría es que siempre estaban, incluso en los momentos de calma, y no estaban, pues cuando venían no venía nada y cuando se iban no quedaba nada, ni siquiera en plena calma chicha: invisibles a su llegada e invisibles a su marcha, nunca podían escapar a la definitiva invisibilidad, existían y no existían, se podía saber que estaban y dónde estaban, se veía cómo hacían temblar las hojas de los árboles, se veía cómo remolineaban un montón de hojas en una tormenta, se la percibía en el polvo que se levantaba y se arremolinaba, en la ventana que se cerraba de golpe,en la basura que empezaba a volar en la calle, se los oía susurrar y aullar y llorar y silbar y bramar y rugir y callar y convertirse en brisa, los notaba hasta la cara que sentía sus caricias y las plumas del jilguero que tiritaba en una rama, en una palabra, se veían en este mundo y se oían y se percibía su palabra, se veían en este mundo y se oían y se percibía su existencia y, sin embargo, no existían, pues todo apuntaba a ellos, los movimientos y los sonidos y los olores, pero no se podía mostrar que estaban, que eso de allí eran ellos, ya que su existencia siempre transcurría en el ámbito espectral de la mediación más profunda, ya que eran evidentes pero inalcanzables, ya que eran presentes pero inasibles, ya que, excluidos de la existencia, eran la existencia misma o, dicho de otro modo, coincidían con la existencia hasta el punto de identificarse con ella, y la existencia no se ve jamás, de modo y manera que estaban cuando no estaban y sólo dejaban el deseo de que volvieran o el temor de que llegaran, así como el recuerdo de que habían pasado, pero lo más doloroso - el nieto del príncipe Genji alzó entonces la vista al cielo-, lo más doloroso era que el que una vez había estado nunca más regresaría....

László krasznahorkai


miércoles, 30 de mayo de 2007

Adulterios- Tres Comedias en un Acto - Woody Allen

HAL: ¿Por qué un hombre se harta de su mujer? Porque con el paso del tiempo se establece entre ellos una confianza excesiva. La excitación disminuye. Siempre están juntos, por la casa. Se ven sin ropa. Ya no hay misterio. A esas alturas, incluso la secretaria le resulta más sexy, y no digamos la vecina.

JENNY: Eso no es realista.

HAL: ¿Y tú qué sabes? Ni siquiera estás bien escrita. Es muy realista, siempre ocurre. Te lo aseguro.

SANDY: ¿De verdad?

HAL: Lo que quiero decir es que en un matrimonio tiene que cultivarse la frescura, un matrimonio tiene que renovarse. De lo contrario, no hay música en la relación, y la música lo es todo.

SANDY: ¿Y si el marido se comporta al principio con romanticismo, pero poco a poco deja de prestar atención a su mujer y la mira como si fuera un mueble? Lo que era una relación llena de sorpresas imaginativas y encantadoras es ya sólo una vida en común rutinaria y repetitiva. Hay sexo, pero ya no se hace el amor.

HAL: Me cuesta creer que eso sea un conflicto verosímil.

SANDY: Pues a mí me parece que muchas mujeres se verían reflejadas en él.

HAL: Me parece demasiado estrafalario.

SHEILA: Creo que resulta un argumento muy convincente.

JENNY: Real y crudo como la vida misma.

SANDY: Exacto.

DAVID: ¿Y tú crees que una relación puede desvanecerse de la noche a la mañana?¿Incluso si se amaron en un momento dado de su vida?

MAX: Ésa es una de las tristes verdades de la existencia. En este mundo nada perdura. Hasta los personajes creados por el gran Shakespeare dejarán de existir dentro de millones de años, cuando el universo siga su curso y las luces se apaguen.

DAVID: ¡Santo Dios! Creo que voy a volver a ver a Tiger Woods. Al infierno con todo.

NORMAN: Es verdad . ¿Qué sentido tiene todo esto si el cosmos de desintegra y, al final, todo desaparece?

JENNY: Por eso es importante que nos quieran y abracen aquí y ahora, quienquiera que sea el que nos estreche entre sus brazos.

SHEILA: No intentes justificar que te tiras a mi marido por razones existenciales.

Woody Allen


Orquídea



Como procesión de mariposas

jueves, 24 de mayo de 2007

La Reina Oculta - Jorge Molist


Guillermo y Bruna descansaron en aquel prado a orillas del río, bajo la sombra de los sauces que les protegían del sol de agosto y con una luna cuarto creciente iluminando la noche.

Tenían los cuerpos maltrechos por golpes y tajos, pero lo que realmente dolía era el alma. El camino empezabaa a sus pies y en ninguna parte terminaba, por eso no se decidían a emprenderlo. Su espíritu, confundido, turbado, les prohibía continuar y lo crucial el día anterior había dejado de importar, mientras que lo secundario antes cobraba trascendencia vital. Tendidos en la hierba, veían el lento discurrir del río y con él las briznas y ramitas que arrojaban, deseando que en ellas sus penas navegaran hasta el lejano mar. El lugar se había convertido en un reducto solitario de paz, una isla en un océano de violencia, lejos del siglo, de un mundo extraño y brutal al que en aquel momento ninguno de los dos quería pertenecer.

Jorge Molist

martes, 22 de mayo de 2007



Blackfield II - This Killer


Don't leave the door ajar

Don't walk away

Don't leave me in the dark

You think you know me well

It makes me laugh

Cause I don't know myself

This killer on the run

He steals from me a song

He'll catch me off my guard

He likes me when I'm down

And when I'm sad

Fallen man

Fallen man

It's always me alone

That hears the noise

Cause it's my inner voice

So stay inside your hole

We'll hide away

BeforeI lose control

This killer on the run

He steals from me a song

He'll catch me off my guard

He likes me when I'm down

And when I'm sad

Fallen man

Fallen man

This killer on the run

He steals from me a song

And I can say I know him well

And so can he, because it's me

He is me

He is me